Acueducto de San Lázaro y Termas romanas
El acueducto permitía salvar el desnivel del valle del río Albarregas (Barraeca para los romanos) y tenía una longitud total de unos 1600 metros, con tramos de más de 15 metros de altura.
Tramo del Acueducto de San Lázaro, las columnas originales romanas y la estructura del acueducto reconstruido en el siglo XVI
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Termas de San Lázaro
Las Termas se construyeron probablemente en el siglo II y estuvieron en funcionamiento hasta el siglo III.
Se abastecían del agua que transportaba el acueducto, recogida desde un depósito de distribución.
A partir de los restos se sabe que estos baños tenían en su interior dos piscinas de agua caliente y una de agua fría, además de una palestra (espacio para la práctica de deportes) y otra piscina exterior.
Acueducto de San Lázaro
El Acueducto de San Lázaro, también conocido como Acueducto Rabo de Buey, formaba parte de la infraestructura hidráulica que transportaba agua la ciudad de Augusta Emerita.
Este acueducto se alimentaba de diversos manantiales situados al norte de Mérida.
El acueducto permitía salvar el desnivel del valle del río Albarregas (Barraeca para los romanos) y tenía una longitud total de unos 1600 metros, con tramos de más de 15 metros de altura.
Del acueducto romano original apenas quedan los restos de tres columnas con sus arcos inferiores y la parte inferior de las canalizaciones romanas originales.
En el siglo XVI el acueducto romano estaba muy deteriorado y se decidió construir uno nuevo, reutilizando para ello materiales del acueducto romano.
De todas formas, el acueducto del siglo XVI sigue siendo muy interesante.
Podemos seguir el trazado del acueducto, cruzando el río albarregas por alguno de los puentes, y continuando por el paseo de la Calle Rabo de Buey.
En esta zona se pueden apreciar las dos estructuras: la antigua canalización romana y la canalización del siglo XVI.
Cómo llegar
Las Termas de San Lázaro y las columnas originales del Acueducto de San Lázaro están a pocos metros del Circo romano.
Se puede ir perfectamente andando, está a unos 10 minutos a pie desde la explanada del Teatro Romano. Bajamos por la calle Cabo Verde.
Al final de la calle llegamos a una especie de cruce que limita con las vías del tren. En esa especie de rotonda está la entrada a un pasadizo peatonal que nos lleva a la Avenida Juan Carlos I, y a unos 200 metros está la taquilla de acceso al Circo.
Justo al otro lado de la calle veremos las columnas del acueducto.
Si vas en coche, puedes tomar como referencia la Avenida Juan Carlos I, y aparcar por allí, cerca del Centro de Interpretación del Circo Romano, en la propia avenida o en alguna de las calles laterales.
