Carlos V a caballo en Mühlberg por Tiziano (Titian - Public domain)
Carlos I de España y V de Alemania (Sacro Imperio Romano Germánico) llegó a ser el hombre más poderoso de su tiempo: rey de Nápoles, Sicilia y Cerdeña, archiduque de Austria, duque de Borgoña... así como los territorios de la corona de Castilla en América.
A lo largo de su reinado persiguió el sueño de un Imperio Universal, que agrupara a todos los reinos de la cristiandad para la defensa del catolicismo. Pero tanto el rey de Francia, Francisco I, como el Papa Clemente VII estuvieron siempre en contra de esta visión unificadora.
Los conflictos con Francisco I (las 4 guerras con Francia), con los turcos por el control del Mediterráneo y la defensa del sur de Europa, los conflictos internos en los antiguos reinos dentro de España y la aparición del Protestantismo fueron desgastando poco a poco al monarca.
El delicado estado de salud del Emperador, tanto físico (enfermedad de la gota), como anímico, con vestigios quizás de la enfermedad de su madre Juana I de Castilla (Juana la Loca), hicieron que Carlos V se planteara el traspaso de poderes a su hijo Felipe y su retirada discreta a un lugar de descanso y tranquilidad, alejado de la corte y con un clima más favorable para su enfermedad.
El acto oficial de la abdicación en favor de Felipe II tuvo lugar en los Paises Bajos en octubre de 1555.
Un año después, Carlos V abandona los Países Bajos e inicia su particular viaje hacia la comarca de La Vera, de la que le habían hablado muy bien.
La comitiva desembarca en Laredo en septiembre de 1556 y tras recorrer toda la meseta castellana llega a Jarandilla de la Vera, donde se aloja en el Castillo de los Condes de Oropesa (hoy convertido en Parador de Turismo) mientras terminan las obras de la casa palacio que se llevaban a cabo en el Monasterio de Yuste, situado junto a la localidad de Cuacos de Yuste.
El 22 de febrero de 1557 Carlos V se traslada finalmente con su séquito a sus aposentos en el Monasterio de Yuste.
Durante su breve estancia en el Monasterio, numerosos personajes de la corte pasaron por allí para visitarle, entre ellos el propio monarca Felipe II.
La enfermedad de la gota se agudiza y además contrae paludismo, debido muy probablemente a la picadura de alguno de los mosquitos que proliferaban en los estanques de los jardines del monasterio (construidos expresamente para el emperador).
Finalmente, el 21 de septiembre de 1558 moría Carlos V en la que fue su última morada. Fue enterrado en la iglesia para, posteriormente, trasladar sus restos al panteón real del Monasterio de San Lorenzo del Escorial (Madrid).
El Monasterio de Yuste está situado en las estribaciones de la Sierra de Gredos, en la comarca natural de La Vera (Cáceres), junto a la localidad de Cuacos de Yuste. E es un importante punto de referencia por su significación histórica y artística, además de la notable belleza natural del entorno donde está ubicado.
Más información:
Echa un vistazo a nuestras sugerencias si viajas con niños por Extremadura
Este impresionante entorno natural está dominado por unos grandes bolos graníticos que se asientan a la orilla de las charcas. El museo Vostell Malpartida, cuyo edificio era un antiguo lavadero...
Desde lo alto de la torre del Homenaje las vistas abarcan todo el valle de La Serena y una extensa zona de La Siberia, incluyendo los embalses de Orellana y La Serena. Es un imponente castillo...
La visita a Mérida permite disfrutar del patrimonio legado por los pobladores de la ciudad a lo largo de los siglos. Sus calles y edificios son un reflejo del paso de la cultura romana, visigoda,...
El territorio que ahora forma Extremadura perteneció a la provincia de Roma conocida como Lusitania, cuya capital era Emérita Augusta. Estos pobladores romanos dejaron un legado histórico y...
Es la fortaleza defensiva musulmana más antigua que se conserva en la Península Ibérica y uno de los monumentos que no te deberías perder en tu visita a Mérida. En el interior podrás subir...