El dolmen de Lácara

Es un monumento megalítico (un sepulcro de corredor) de dimensiones sorprendentes, una verdadera joya arquitectónica del Calcolítico en un muy buen estado de conservación. 

Dolmen de Lácara. Vista frontal
Dolmen de Lácara. Vista de la entrada al corredor

Cómo llegar al Dolmen de Lácara

Está situado en plena dehesa, entre encinas, a pocos kilómetros de Mérida, en la carretera que une Aljucén con La Nava de Santiago.

Para llegar hay que recorrer unos 10 Km desde Aljucén (aproximadamente la misma distancia desde La Nava).

El acceso está señalizado mediante un cartel y se puede aparcar en un terreno habilitado al efecto.

Una vez hemos dejado el coche, simplemente hay que seguir a pie por el camino señalizado. Es una pequeña ruta de aproximadamente 1 kilómetro.

A lo largo del camino, sobre todo en las inmediaciones del dolmen veremos diferentes paneles explicativos.

El dolmen es ahora mucho más visible ya que se ha quitado la vegetación que lo cubría y se han realizado trabajos de consolidación del monumento.

Sepulcro de corredor

La construcción de este tipo de monumentos se lleva a cabo a finales del Neolítico o a lo largo del Calcolítico, es decir unos 3000-4000 años antes de Cristo.

En el caso del Dolmen de Lácara se han encontrado puntas de flechas, puntas de lanza de cobre, cuchillos de silex y otros elementos que indican que fue utilizado como cámara funeraria durante el Calcolítico y la Edad de Bronce.

El dolmen de Lácara - Entrada al corredor
Dolmen de Lácara. Vista de la entrada al corredor

La estructura del Dolmen de Lácara es la típica de un sepulcro de corredor:

Plano con la estructura del Dolmen de Lácara

Plano con la estructura del Dolmen de Lácara

El dolmen está formado por un largo corredor cubierto, que da acceso a la cámara mortuoria.

Dolmen de Lácara. Vista lateral

La estructura del dolmen, contando la antesala de entrada, el corredor y la cámara funeraria mide unos 25 metros de longitud.

La altura del corredor varía entre poco más de 1 metro y 1.6 metros.

El pasillo se va haciendo más estrecho a medida que nos acercamos a la cámara.

Dolmen de Lácara. Corredor formado por grandes bloques
Vista del corredor. Al fondo la cámara mortuoria

Cámara funeraria del dolmen

La cámara es un verdadero prodigio.

De las grandes piedras que se elevaban hacia el cielo (la cúpula estaría a unos 5 metros sobre la base del dolmen) sólo queda una intacta, que da idea de la grandiosidad de la construcción.

Dolmen de Lácara. Cámara del sepulcro

El dolmen había sido usado durante siglos por pastores y agricultores, a modo de refugio y su estado de conservación posiblemente era excelente.

Pero alguien, al parecer a mediados del siglo XIX, decidió dinamitar la estructura. Quizás para utilizar el granito o por motivos desconocidos. Faltan algunas losas de la cubierta y la cámara en sí quedó destrozada.

A pesar de todo, el estado global de conservación del dolmen es muy bueno.

En la base se puede apreciar la precisión con la que fueron colocadas las piedras para dar forma a la cúpula.

Dolmen de Lácara. Cámara del sepulcro
Cámara mortuoria

Estas piedras verticales que forman la base de la cámara reciben el nombre de ortostatos.

El interior de la cámara tiene unos 5 metros de diámetro en la base.

Es uno de los dólmenes de este tipo (corredor) más grandes de la Península Ibérica, sólo superado por el Dolmen de Évora, en Portugal.

La cúpula se cerraba con una gran losa (tapa).

En los alrededores del dolmen hay una serie de bloques de granito colocados por los investigadores durante los trabajos arqueológicos y de consolidación del dolmen.

Una de las estructuras (partida en varios trozos) corresponde con la tapa original del dolmen.

Dolmen de Lácara. Restos de la estructura extraídos en las excavaciones
Bloques de granito que formaban parte del dolmen

Túmulo

Toda la estructura estaba cubierta con piedras y tierra, hasta formar un gran túmulo.

Dolmen de Lácara. Vista lateral
Vista lateral del dolmen. El túmulo cubría originalmente toda la estructura

En el caso del Dolmen de Lácara, el diámetro exterior del túmulo sería de unos 30 a 35 metros.

Para reforzar y sujetar el túmulo, sus constructores colocaron grandes piedras en la base, a modo de contrafuertes, a lo largo de un anillo exterior. Estas piedras son visibles en el perímetro del dolmen de Lácara.

El diámetro de este perímetro de refuerzo era de unos 25 metros.

Y la parte más alta del túmulo tendría probablemente entre 5 y 6 metros (la estructura de rocas quedaba totalmente tapada)

En la entrada estaba el vestíbulo, que probablemente era la única zona descubierta.

En el Dolmen de Lácara, el vestíbulo queda protegido por una gran roca, que forma parte a su vez del anillo de rocas de refuerzo.

Construcciones simbólicas

Los dólmenes eran construcciones funerarias, utilizadas para enterrar a los miembros de la comunidad.

Posiblemente tenían también un carácter sagrado o ritual.

Dolmen de Lácara. Vista frontal

Eran monumentos muy importantes para las personas que los construyeron.

La construcción de un monumento de este tipo suponía un esfuerzo enorme, teniendo en cuenta la tecnología de la época.

Y necesitaba forzosamente de la colaboración de muchas personas, toda una comunidad probablemente. Para diseñar, planificar y el trabajo físico que supondría transportar las grandes rocas y dar forma a la estructura.

Es una suerte y un privilegio que podamos contemplar estas construcciones muchos miles de años después de ser creadas por nuestros antepasados.

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