Birdwatching, otra forma de conocer Extremadura

Las actividades en la naturaleza suponen cada vez más una alternativa a la hora de disfrutar de las vacaciones o del tiempo de ocio. Una de las opciones que cada vez gana más adeptos es la observación de aves (birdwatching).

Buitres volando en Monfragüe

Extremadura reúne las condiciones ideales para practicar observación (birdwatching) y fotografía de aves.

La región cuenta con más de 30 zonas de especial protección de aves (ZEPA) en las que se pueden observar las distintas especies de aves en su hábitat natural.

Y en un dos por uno podemos disfrutar además de la belleza de la naturaleza extremeña.

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Por elegir una primera parada de este recorrido, es casi obligatorio visitar el Parque Nacional de Monfragüe .

Es una de las mejores referencias del bosque y matorral mediterráneo.

Este espacio se encuentra en la provincia de Cáceres, en el centro del triángulo formado por las poblaciones de Navalmoral de la Mata, Plasencia y Trujillo.

Parque Nacional de Monfragüe
Parque Nacional de Monfragüe

La importancia ornitológica de Monfragüe se debe en gran medida a la extraordinaria combinación de laderas con densa vegetación y roquedos de extensas zonas abiertas.

Esta orografía facilita a las aves una alta disponibilidad de lugares de refugio y de alimentación.

En Monfragüe se ha constatado la presencia de hasta 180 especies de aves dentro del Parque Nacional.

Podemos destacar por ejemplo el buitre negro con 250 parejas, que contituye una de las mayores colonias del mundo.

Los observadores de aves también podrán ver surcar el cielo o permanecer en las rocas y farallones a otras especies como el buitre leonado con 400 parejas, la cigüeña negra con más de 30 parejas, el alimoche también con 30 parejas o el águila imperial con una decena de parejas.

Otras especies nidificantes que se pueden ver son el águila real, el águila perdicera, el halcón peregrino o el búho real entre otros.

Muy cerca del Parque Nacional de Monfragüe se encuentran los Llanos de Cáceres donde podemos disfrutar de extensas llanuras desprovistas de vegetación arbórea.

Esta falta de bosques es fruto de la acción que el hombre ha llevado a cabo durante siglos para conseguir zonas de pastos y terrenos para labores agrícolas.

A pesar de ello, existe una vegetación de monte bajo procedente de los bosques originarios que es fundamental para la conservación de determinadas especies de aves y que ofrece un terreno adecuado para las aves esteparias.

Este es el caso de la avutarda , uno de los pájaros más amenazados al tiempo que característico de los pastizales y campos de cereales de Extremadura.

Avutarda (Otis tarda) en Extremadura
Avutarda (Otis tarda). Foto: Francesco Veronesi

La mejor época del año para ver a la avutarda es la primavera. Durante esta época podemos observar sus espectaculares paradas nupciales.

Otras especies características de esta zona son el sisón, de aspecto parecido a la avutarda pero con un tamaño mucho menor, el aguilucho cenizo, la ganga, la ortega, la canastera, la carraca o la collalba rubia.

Nos vamos ahora hacia la ciudad de Trujillo.

Los Llanos de Trujillo ofrecen un entorno ideal para numerosos tipos de aves.

En la propia ciudad de Trujillo las cigüeñas forman parte de la vida cotidiana. Podemos ver sus enormes nidos en la parte alta de edificios emblemáticos como la Iglesia de San Martín, el Palacio de la Conquista o la Torre del Alfiler.

También en los meses primaverales es fácil ver en los cielos y tejados de Trujillo el cernícalo primilla. La ZEPA Colonias de cernícalo primilla de Trujillo es una de las ZEPA urbanas de Extremadura.

En épocas de reproducción los podremos ver sobre los tejados, sobre las chimeneas y otros puntos elevados, con sus acrobáticos y a veces escandalosos vuelos, su espectacular cernido en busca de alimento, las cebas de cortejo o alimentando a sus pollos.

También el vencejo común, que agrupados en bandos más o menos numerosos van y vienen a gran velocidad pasando sobre los tejados con su conocido chillido. Muchos de ellos terminan escondiéndose en pequeñas grietas de las paredes donde tienen sus nidos.

La ciudad nos sigue sorprendiendo, ya que si subimos al Castillo nos llamará la atención las concentraciones de grajillas que llegan a formarse sobre las almenas del mismo.

Da la sensación de que las altas y antiguas paredes de Trujillo hicieran la función de acantilados naturales para las aves, ya que aquí encuentran un refugio seguro donde nidificar.

Además, tienen la gran ventaja de que en los extensos campos del entorno encuentran abundante alimento que posibilita la existencia de esta diversidad ornitológica compuesta también por otras aves como las golondrinas comunes, golondrinas dauricas, aviones comunes y más recientemente también el avión roquero.

El entorno más cercano a Trujillo se caracteriza por un impresionante berrocal granítico.

Lo más conocido en cuanto a la observación de aves se refiere son los extensos llanos de pastizal y siembras de cereal que rodean la ciudad.

Por ejemplo la zona de los Llanos de Belén, que a partir del mes de marzo y hasta mayo, se llena de avutardas.

Lo más espectacular es observar su cortejo, que por la zona se conocer como ‘la rueda de la avutardas’: aves reunidas en unos puntos concretos donde los machos, que en ocasiones alcanzan los 15 kilos de peso, empiezan a exhibirse para atraer a las hembras y así tener descendencia.

Otras especies de gran valor que habitan estos llanos son el sisón, la ganga ortega, el aguilucho cenizo, el elanio común, los milanos reales y negros, la carraca, la calandria, las terreras, las cogujadas, los trigueros, el alcaraván que gracias a su reclamo aflautado es una especie fácil de detectar por el oído al anochecer o el relativamente abundante mochuelo común.

La zona está salpicada de abundantes charcas ganaderas que junto con pequeños ríos como el Marinejo son también de vital importancia para la reproducción de los anfibios.

Algunos de ellos son el sustento de un importante número de garzas reales, garcetas, garcillas bueyeras, cigüeñas blancas y hasta algún grupo cigüeñas negras, a pesar de que no son muy numerosas.

De la misma manera, no deja de llamar la atención cómo las pequeñas zonas arboladas de los llanos del entorno de Trujillo atraen a un importante número de aves que construyen sus nidos en colonia como hacen las cigüeñas blancas y varias especies de garzas atrayendo también a milanos, busardos ratoneros y alguna bandada de grajillas.

Grullas en Extremadura
Grulla Común (Grus grus)

En las proximidades de Trujillo también podemos encontrar grandes extensiones de dehesas de encinas con su increíble diversidad de fauna.

Estas zonas son de gran atractivo durante todo el año, aunque adquieren un especial interés durante el invierno al recibir bandadas de hasta varios cientos de grullas venidas del norte de Europa para recoger parte de la cosecha anual de bellotas junto a las más numerosas palomas torcaces.

Observación de aves en la zona de Las Villuercas, Los Ibores y Campo Arañuelo

Observación de aves en la provincia de Badajoz

Cámaras recomendadas para fotografía de aves