Alcazaba Árabe de Mérida.

Es la fortaleza defensiva musulmana más antigua que se conserva en la Península Ibérica y uno de los monumentos que no te deberías perder en tu visita a Mérida. En el interior podrás subir a lo alto de las murallas o bajar hasta el aljibe.

Murallas de la Alcazaba de Mérida, desde el Puente Romano
Murallas de la Alcazaba de Mérida, vistas desde el Puente Romano

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Un poco de Historia

Augusta Emerita fue una de las ciudades más importantes del mundo en época romana. Prácticamente desde su fundación se convirtió en la capital de la provincia romana Lusitania y más adelante capital de Hispania (Diocesis Hispaniarum).

Con la caída del Imperio Romano y la llegada de los visigodos a lo largo del siglo V, Mérida sigue conservando una gran importancia estratégica, económica, política y cultural.

Se convierte en Urbs Regia (capital) del reino visigodo antes de que dicha capital se trasladara a Toledo.

A lo largo de todo este período, primero con el declive de Roma y la influencia cada vez mayor del cristianismo y el poder de la Iglesia, y por otra parte la inestabilidad militar que provocaron los pueblos visigodos que pasaron por la ciudad (alanos, suevos y godos) la vida en Mérida va cambiando progresivamente hacia un estilo más rural, con más hacinamiento y peores condiciones higiénicas y sanitarias.

Son cambios globales que van a tener lugar en toda la Europa Occidental, en la que se impondrá el sistema feudal que predominará durante la Edad Media.

Hay que tener en cuenta que Mérida sigue siendo una de las ciudades más prósperas de la Península, dentro de los cánones de esa época en los siglos VI y VII, sobre todo impulsada por sus obispos, que ocuparon en cierta forma el vacío de poder civil y la débil influencia política que tuvieron los reyes visigodos en la ciudad.

Mérida fue conquistada por las tropas musulmanas en el año 713 dirigidas por el general Muza (Musa ibn Nusair) tras muchos meses de asedio.

La capitulación de la ciudad garantizaba la integridad de sus habitantes y posesiones, excepto el patrimonio de la Iglesia que pasó a los nuevos gobernantes.

El cambio de régimen en la ciudad se llevó a cabo con cierta normalidad y para los habitantes no supuso prácticamente ninguna diferencia en su día a día.

Con la proclamación del Emirato de Córdoba por parte de Abderramán I ( Abd al-Rahman I) en el año 756, al-Ándalus se independiza de Bagdad.

La nueva situación hace que los gobernantes del emirato aumenten los impuestos, sobre todo a la población bereber, mozárabe (cristianos) y muladí (cristianos convertidos al Islam).

Se crean así numerosas tensiones en todo el territorio, que propician revueltas y levantamientos que se unen a las luchas de poder internas y el rechazo de muchos jefes árabes al mandato de los emires de Córdoba.

En Mérida tienen lugar numerosas revueltas, en especial la del año 828 que acaba con la muerte del gobernador.

Tras estos sucesos Abderramán II (Abd al-Rahman II) manda construir la Alcazaba en el año 835.

La Alcazaba se diseñó como un recinto defensivo que permitía proteger al gobernador de la ciudad, facilitaba la defensa contra las revueltas internas y afianzaba el control del acceso a la ciudad a través del puente romano.

Sobre la Alcazaba de Mérida

Se la considera como la fortificación musulmana más antigua que se conserva en la Península.

El recinto interior se puede visitar y realmente vale la pena porque podremos subir a las murallas (desde donde se tienen unas vistas muy bonitas del Puente Romano y de la zona de la Isla del río Guadana). La taquilla de acceso se encuentra junto al Puente Romano .

Lo más recomendable es sacar la entrada conjunta, que permite el acceso a todos los recintos monumentales de Mérida (gestionados por el Consorcio de Mérida) a lo largo de varios días.

La fortificación era de planta cuadrada, de unos 130 metros de lado, con muros de unos 10 metros de altura fabricados con sillares reutilizados muchos de ellos de edificios romanos, incluyendo por ejemplo los materiales de refuerzo de la muralla de época visigoda, y rellenados con cascotes, tierra y argamasa.

Vista de las murallas desde una de las torres del lienzo sur
Vista de las murallas desde una de las torres del lienzo sur

En las murallas de la zona sur situadas junto al cauce del río se pueden ver los refuerzos que protegían la base de los muros de las crecidas del río Guadiana.

En la esquina suroeste, junto al Puente Romano, había un recinto anexo (alcazarejo) con tres puertas que permitían controlar el acceso al puente desde y hacia el interior de la ciudad, así como el acceso al interior de la propia alcazaba por su entrada principal.

Alcazaba árabe de Mérida. Recinto que protegía el acceso al puente romano
Alcazaba de Mérida. Recinto que protegía el acceso desde el Puente Romano. Se aprecia parte de la calzada romana.

La alcazaba contaba con más de 20 torres adosadas a la muralla, y más tarde, entre los siglos X y XII se añadieron varias torres albarranas (separadas de la muralla) que se pueden ver por ejemplo en la parte norte del recinto amurallado (calle Graciano)

Torre albarrana de la muralla de la Alcazaba
Torre albarrana de la muralla de la Alcazaba

O por ejemplo en la calle Cava: el muro que limita al norte el Parque de las Méridas del Mundo es en realidad una enorme torre albarrana, conocida como Torre de los Osos, con su coracha (la coracha es el tramo que une la muralla principal con la torre albarrana) cerrada en la actualidad por una puerta altísima.

Esta torre está datada en el siglo XIII (ya en época cristiana) y se cree que se construyó envolviendo y utilizando como base dos torres anteriores más pequeñas que formaban parte de la alcazaba original.

Torre albarrana de la muralla de la Alcazaba
La muralla principal (en la parte derecha de la imagen) conecta con la torre albarrana (Torre de los Osos, izquierda) mediante la coracha

Recinto interior de la Alcazaba

La taquilla y la zona de acceso se sitúa junto al alcazarejo, muy apropiado porque precisamente este primer recinto servía para controlar la entrada tanto a la ciudad como a la alcazaba.

En el interior del alcazarejo se puede apreciar todavía la calzada romana original que formaba parte del Decumanus Maximus de la ciudad prolongando el trazado del puente, así como los cimientos de la puerta de acceso al puente en la muralla romana.

A la derecha encontramos la puerta principal de entrada a la Alcazaba, y justo sobre el arco está una de las inscripciones que hacían referencia a la construcción de la fortificación por parte Abderramán II:

….Ordenó construir esta fortaleza y servirse de ella como refugio de los obedientes el emir Abd al-Rahman, hijo de al-Hakam…

Interior de la alcazaba, con la puerta de acceso principal al fondo
Interior de la Alcazaba. Al fondo la puerta principal de acceso desde el alcazarejo

En el interior encontramos diferentes yacimientos, algunos de ellos siguen en proceso de excavación y estudio. Se han encontrado numerosos restos de todos los períodos: época romana, visigoda, árabe y cristiana…

Recinto interior de la Alcazaba
Yacimiento en el recinto interior de la Alcazaba

En la parte noroeste se encontraban las dependencias del gobernador.

Era un recinto amurallado, aislado del resto de la alcazaba, y protegido por dos torres interiores, diseñado como último reducto defensivo en caso de que hubiera tenido éxito un asalto a las murallas.

Zona norte del recinto, donde se encontraban las dependencias del gobernador
Al fondo la zona norte del recinto, donde se encontraban las dependencias del gobernador

Más tarde toda esa edificación fue sustituida por el Conventual Santiaguista que los caballeros de la Orden de Santiago construyeron tras la reconquista de la ciudad a mediados del siglo XIII.

El edificio fue rehabilitado y en la actualidad es la sede de la Presidencia de la Junta de Extremadura.

La Orden de Santiago también reformó la muralla interior y construyó la que se conoce en la actualidad como Torre de la Pólvora (antes Torre del Atajo) que se puede ver junto a un pequeño pórtico construido a finales del siglo XIX reutilizando algunos elementos de origen romano y visigodo.

Zona donde se encuentra el Conventual de la Orden de Santiago
Torre de la Pólvora y pórtico del siglo XIX

En toda esa parte norte de la alcazaba, en una especie de zona ajardinada, podemos ver numerosos sillares, columnas y elementos constructivos de las diferentes etapas históricas.

En el centro del recinto, desplazada hacia la parte sur de las murallas, se encontraba lo que parece ser una torre de señales, que servía a su vez de protección para acceder al aljibe.

El Aljibe de la Alcazaba

El aljibe de la Alcazaba de Mérida es muy interesante.

Aljibe de la Alcazaba árabe de Mérida
Aljibe de la Alcazaba árabe de Mérida

La cisterna está situada en el subsuelo, excavada en la roca, muy próxima a los cimientos de los muros de la margen del río (de hecho, la ventana que permite la entrada de luz al aljibe la podemos ver desde el exterior de la muralla, en la parte inferior de la misma).

El agua se filtra directamente del Guadiana, a través de un dique romano, así que mantiene el mismo nivel que el río. En esa época seguramente habría mucha variación en el nivel del agua debido a las frecuentes crecidas del Guadiana.

Para bajar a la cisterna se construyeron dos escaleras paralelas, con bóvedas de medio cañón fabricadas con sillares de granito.

Vistas desde lo alto de las murallas

Otros de los puntos de interés de la visita a la Alcazaba es que podemos subir al adarve de la muralla sur y recorrerlo casi en toda su extensión.

Las vistas desde lo alto son impresionantes, podemos ver perfectamente la estructura interna de la Alcazaba…

Vistas del interior de la Alcazaba desde lo alto de las murallas
Vistas del interior de la Alcazaba desde lo alto de las murallas

…y unas panorámicas muy bonitas del río, del Puente Romano que contrasta con el moderno Puente Lusitania situado unos metros cauce abajo, y de la zona de la Isla, uno de los parques más transitados de Mérida.

Vistas del Puente Romano desde lo alto de las murallas
Vistas del Puente Romano y del río Guadiana desde el adarve de la Alcazaba

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